Historia viral: dos mujeres se enamoran y tienen un bebé tras haber sido engañadas por el mismo hombre
Tras descubrir las infidelidades de su pareja, Leeanne y Emma Davies-Grassnick iniciaron una relación. Sin embargo, una enfermedad terminal arruinó su felicidad.
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La pareja conformada por Leeanne y Emma Davies-Grassnick ha vivido una historia de amor realmente especial, luego de encontrarse la una a la otra como consecuencia de una infidelidad. Años después, cuando parecía que todo lo malo había quedado atrás, la enfermedad tocó a su puerta. Después de tener a su hijo, Casper, Leeanne fue diagnosticada con cáncer de colon en etapa cuatro.
En 2018, después de descubrir que su entonces pareja le era infiel, Leeanne se unió a un grupo de WhatsApp con las amantes, quienes también habían resultado engañadas por el mismo sujeto. Allí conoció a Emma, con quien formó una conexión inmediata y eventualmente, una relación.
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“Lo que comenzó con una conversación sobre el hombre que nos traicionó se convirtió rápidamente en lo que parecía ser la primera cita perfecta. Hablamos durante seis horas con dos botellas de prosecco. Solo había salido con hombres. Al final de la noche, de alguna manera, nos besamos. Siempre había dicho que el amor no se trata de género, se trata de la persona, pero esta fue la primera vez que experimenté eso”, le contó Leeanne al diario “Mirror”.
Para concebir a su primogénito recurrieron a un donante anónimo, utilizaron uno de los embriones de Emma y Leeanne llevó al bebé en su vientre. La pareja se casaría poco después, en 2021, durante la pandemia por la COVID-19.
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Emma agrega: “Tan pronto como nos convertimos en una familia de tres, sentí que él siempre había estado con nosotros. Estábamos realmente felices”.
Leeanne y Emma Davies-Grassnick con su hijo Casper. Foto: composición LR / Mirror
El cáncer y la vida de la pareja
Lamentablemente, su felicidad se vio interrumpida por un trágico diagnóstico. En abril de este año, Leeanne comenzó a sentirse un poco mal. Atribuyó los dolores constantes bajo las costillas a la debilidad de una madre primeriza, pero eventualmente aceptó hacerse un chequeo en el hospital. Dos días después recibió la terrible noticia: tenía cáncer.
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“Nuestras vidas se derrumbaron cuando dijeron que mis marcadores tumorales indicaban cáncer de colon y que se había extendido al hígado, con un tumor que medía 15 cm. Era la etapa cuatro. Corrí al lavabo y vomité. Estaba teniendo un ataque de pánico, no dejaba de decir: 'Mi pobre bebé, mi pobre bebé'. No podía respirar y todo en lo que pensaba era en nuestro bebé”, recuerda Leeanne.
Debido a las quimioterapias, no pudo amamantar más a Casper. Además del dolor físico, la ahora madre tenía que enfrentar el dolor de no poder cuidar de su bebé de la manera en la que le gustaría.
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Recibió seis rondas de quimioterapia en 12 semanas y aunque sus marcadores de cáncer mejoraron y los tumores en su colon se redujeron, los tumores en el hígado permanecieron demasiado grandes para ser operables. Actualmente lleva tres rondas de su segundo ciclo de quimioterapias.
“Se siente injusto, pero mantenemos la esperanza. Casper es el pegamento que nos mantiene a todos juntos. Pienso: '¿Seré viuda a los 34 o 35 años y tendré que criar a un hijo sola?' Pero al mismo tiempo, nos hace continuar y luchar. Él trae tanta alegría”, dice Emma, claramente emocionada.
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“Es muy importante que hablemos de ello. Tengo 38 años, era feliz, comía bien y hacía ejercicio. Pero hay tantas cosas de las que debemos tener cuidado. Le puede pasar a cualquiera”, concluye Leeanne.