Max Castro sufre las secuelas de la COVID-19: “Bajó mi visión bastante y no puedo leer los saludos”

Max Castro no puede con la emoción. El cantante peruano manifestó su felicidad porque cumplirá su gran sueño de celebrar su aniversario en el Estadio Nacional, junto a sus colegas. El artista reveló detalles de su show multicolor y contó su mejor y peor experiencia en toda su carrera. Además, expresó sus ganas de volver a grabar con Gian Marco y reveló que pronto será operado de la vista. Todo eso y más en esta entrevista para La República.

—¿Cómo estás viviendo la previa de este gran concierto por tus 35 años de carrera?

—Ultimando detalles, viendo el tema de lo musical. Yo tengo mi banda completa, pero para mi show del sábado vamos a tener un respaldo de otros músicos. Vamos a estar unos 25 o 26 músicos en escenario. Como mis canciones son rítmicas, estamos recreando las bandas orquestales de provincia, esas bandas típicas que nos encantan y nos transportan a nuestra tierra natal.

—¿Qué diferencia habrá en este concierto con respecto a tus otros shows? 

—Tenemos una puesta de escena bien grande. Pero siempre hemos tratado de dar lo mejor por nuestra música para marcar un poco de diferencia, y darle sobre todo ese realce a nuestro folclore sin escatimar esfuerzos económicos. 

—¿Qué significa cantar en el Estadio Nacional?

—Es un desafío que nos hemos planteado porque queríamos cambiar de ambiente. Siempre lo hemos hecho en el Parque de la Exposición, esta vez queríamos hacer algo mayor, ya que en Lima vivimos tantos provincianos. Yo creo que va a ser una gran convocatoria porque será un día de fiesta de todos los peruanos.

—También llega un festival de música andina en el Estadio Nacional. ¿Crees que ahora los exponentes se arriesgan más y apuestan por un escenario más grande?

—Lo que pasa es que la cumbia peruana se ha posicionado tan bien, lo cual nos llena mucho de orgullo y esta vez dijimos: nosotros también tenemos que ponernos las pilas porque nuestro folclore tiene que tener un realce. Creo que es el momento de unir nuestras voces y por eso he convocado a mis colegas del arte como el grupo Antología, William Luna, Mac Salvador, Diosdado Gaitán Castro, Amanda Portales, Manuelcha Prado y más. Y la cumbia estará presente con Dilbert Aguilar.

—En estos 35 años, ¿cuál ha sido la mejor experiencia que has tenido gracias a la música?

—Cuando vine a Lima, cantar en una peña era dificultoso porque había prejuicios de la gente misma por ser del Ande, por ser provinciano. Nuestra música no era bien recibida en la capital, pero se ha trabajado arduamente. Ahora los escenarios son grandes, hay realmente un público cautivo que va a todos los conciertos y canta nuestras canciones y eso me llena de mucho orgullo. Recuerdo el primer concierto que tuve de pequeño en el Teatro Segura de Lima, donde fue apoteósico. Eso para mí ha sido un sueño realizado porque era una época muy fuerte, donde había terrorismo; sin embargo, pudo más nuestra música.

—¿Y una mala experiencia?

—Recuerdo que no nos permitieron cantar en el Sachún. Fuimos con mis hermanos, estuvimos muy emocionados y nunca se pudo concretar.  Quedamos muy decepcionados y con pena de que nuestra música no sea bien recibida.

—Has confesado que Gianmarco fue clave en el éxito de tu carrera, sin embargo, hasta ahora no hay un dúo con él. ¿Es una meta para ti?

—Me encantaría volver a hacer una canción con Gian Marco. Hicimos el soundtrack para la película ‘Paloma de papel’ hace mucho tiempo. Soy admirador de Gian Marco, pero no he tenido la oportunidad de compartir escenario con él. Tengo esa ilusión y ese sueño de poder colaborar y además intercambiar ideas con artistas que admiro mucho como él.

—En tus shows cantas, bailas y animas, ¿cómo haces para mantener tu voz?

—Siempre he tenido el buen consejo de mi padre. Me dijo: ‘Si vas a dedicarte al canto y al arte, tienes que restringirte de muchas cosas’. Por eso yo no bebo ningún tipo de alcohol desde hace 15 años por lo menos. Pero más que todo lo hago por el amor y pasión a la música. Cuando subo a un escenario, me olvido de todo y termino bien sudado, hecho un trapo. Me apasiona mucho el escenario.

—¿Has cantado enfermo también?

—Claro, hasta he subido con una ampolla que recién me habían puesto. También he cantado con balón de oxígeno muchas veces y el público no se ha dado ni cuenta. Me pasó en Cerro de Pasco por la altura, pero también en Lima. Por ejemplo, toqué en El Huaralino con un balón de oxígeno porque recién estaba saliendo con el tema del Covid. Todavía no me recuperaba bien.

—¿Y te quedaron secuelas de la COVID-19?

—No sé si es coincidencia, pero desde que me contagié, bajó mi visión bastante y eso me incomoda un poco porque a veces me pasan saludos y no los puedo leer. Bueno, ahorita ya estoy en plenos chequeos y al parecer voy a tener que operarme. Tengo astigmatismo fuerte en el ojo izquierdo.