“Tokyo Revengers” 269: ¿Todo fue culpa de Shinichiro? Esto fue lo que ocurrió en la primera línea de tiempo

“Tokyo Revengers” se acerca al final de su Manga, donde Ken Wakui ha revelado un poco más sobre el pasado de Mikey. En el capítulo 268 de la serie protagonizada por Hanagaki Takemichi, se confirmó que Shinichiro Sano había tenido un papel muchos más de lo que se planteó al inicio.

El exlíder de la Tokyo Manji Gang le dijo a Takemichi que el otro viajero del tiempo era su hermano mayor, además, indicó que sus impulsos oscuros eran producto del amor, algo que dejó confundido a los lectores de esta historia, ya que se producían más preguntas sobre el tema. 

Aunque esto generó diversos comentarios en el fandom de “Tokyo Revengers”, nada se compara con los sucesos del Manga 269, ya que se muestran sucesos completamente diferentes a lo que Ken Wakui nos ha mostrado desde el inicio de su obra.

“Tokyo Revengers” 269: ¿Todo fue culpa de Shinichiro Sano? El regalo de la tragedia 

Tal como se puede ver a lo largo de la serie, Sano Shinichiro desarrolló un rol paternal para Mikey y Emma. Debido a esto, él decidió mostrarle más sobre el mundo y los Black Dragons, agrupación que dejó para poder estar más cerca de sus hermanos menores y poder cuidarlos de la mejor manera.

Sin embargo, no todo salió como planeó, ya que, luego de darle un avión Concorde para Manjiro y decirle que era lo suficientemente grande para armarlo, una tragedia sacudió a la familia. En esta línea temporal, el exlíder de la Tokyo Manji Gang sufrió un accidente en su casa, mientras jugaba con este regalo, lo que provocó un fuerte golpe en su cabeza.

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“Tokyo Revengers” 269: Mikey en estado vegetativo

Tras la caída, Mikey fue llevado al hospital de inmediato, donde los niños junto al abuelo de los Sano se mostraron muy asustados por la situación, y entre lágrimas le explicaron a Shinichiro lo que sucedió. El rubio había logrado armar su avión y mientras jugaba en el segundo piso, dijo que era un Concorde supersónico y luego cayó por las escaleras.

A pesar de la inmediata atención médica y los esfuerzos por hacer que sane, el doctor informó a los familiares que su cerebro quedó totalmente apagado, lo que dejaba a Manjiro en un estado vegetativo, sin consciencia, sin tener ninguna posibilidad de recuperación.