Esto es lo que ocurre en nuestro cerebro cuando hablamos con nosotros mismos
Esta actividad es bastante primitiva, pero cuando se lleva al extremo, puede volverse disfuncional, como en los casos de la esquizofrenia.
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¿Qué haces hablando solo? Aunque no lo creas, es un ejercicio bastante normal y común, que hasta nos caracteriza como seres racionales. Nuestra cabeza inicia una conversación que, a veces, puede durar varios minutos y pareciese que interviene más de uno, pero solo eres tú hablando contigo mismo.
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¿Qué pasa cuando dejamos de hablar en voz alta?
Hélène Loevenbruck, investigadora principal de neurolingüística y jefa del equipo de lenguaje en el Laboratorio de Psicología y Neurocongnición del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique), asegura que los monólogos internos son una simulación del habla abierta. Durante nuestra niñez, cuando jugábamos solos, hablábamos en voz alta; sin embargo, alrededor de los cinco a siete años, esa verbalización se mueve hacia adentro, dijo.
Después de la niñez, dejamos de jugar hablando, para interiorizar la verbalización. Foto: Enciclopedia Humanidades
El estudio ‘El modelo ConDialInt: dimensiones de condensación, dialogalidad e intencionalidad del habla interna dentro de un control predictivo jerárquico’ demostró que la actividad que produce nuestro cerebro al hablar internamente es similar a cuando efectuamos el habla de manera verbalizada. De hecho, partes del cerebro procesan la información como si el individuo escuchase lo que piensa.
Diálogos internos y su estrecho vínculo con la esquizofrenia
Pero muchas veces los monólogos interiores son deliberados. Aparecen en tu cabeza sin provocación. Este fenómeno, para Robert Chavez, neurocientífico de la Universidad de Oregón, tendría algo que ver con la ‘red de modo predeterminado’ (DMN). Se cree que la DMN está ligada a aspectos del pensamiento interno, como la recuperación de recuerdos, imaginación o la sensación de lo que sucede en el cuerpo, como el hambre o la sed, por lo tanto, se necesitan más investigaciones para comprender cómo surgen.
Para Loevenbruck, cuando los pensamientos internos se llevan al extremo, se vuelven disfuncionales, como en los casos de la esquizofrenia, en la que se experimenta alucinaciones auditivas.